Alasino

Aprovecho este espacio para compartir con ustedes algunas cosas que espero les puedan ayudar tanto para lo visto en M2 como para la carrera.

-Artículos sobre urbanismo extraídos de la revista summa+N° 89, el cual me parece un N° interesante dado que trata el tema del espacio público de manera muy clara.


-Por otra parte y hablando de revistas, les recomiendo si está a su alcance la revista AV proyectos, si bien es una revista que viene de afuera, trata exclusivamente de proyectos y detalles constructivos. En estas revistas podemos ver las obras, degrandes arquitectos, pero desde el pto. de vista del proyecto. Creo que como estudiantes le podemos sacar más jugo que a otras revistas. El precio es accesible, dado que su costo es como cualquier revista de arquitectura local.

- Un libro para recomendarles que leí hace poco sobre la ciudad de Buenos Aires. Aunque no trata específicamente de la arquitectura de la ciudad, me parecieron interesantes algunas cuestiones de su historia. “La ciudad al desnudo” autor: Gabriel Di Meglio.

-Para terminar un artículo para Buenos Aires en discusión.

http://www.clarin.com/suplementos/arquitectura/2008/07/15/a-01715094.htm

PD: Me pareció bárbaro esta idea de encontrar un sitio para compartir el conocimiento.



DESDE EL BORDE

La ciudad como hecho social existe, en la medida en que existe la posibilidad de producir la valorización de los espacios públicos. La vida de las ciudades, las relaciones entre los habitantes, tienen sentido en tanto existan espacios articuladores y promotores de vínculos sociales. Esta valorización de lo público, su consideración y tratamiento dentro de la trama urbana como hecho integrador y nivelador social, solicita una actualización permanente.El sector de la intervención está ubicado a la vera del Río Paraná en un área significativa, un sitio histórico y sector recreativo de alto valor referencial, representativo de la ciudad. Las barrancas forman un eslabón entre la trama de la ciudad y el río, recortando este paisaje singular.La intervención busca poner de relieve las condiciones naturales del sitio, el sitio y el paisaje se expresan a través del proyecto, que abarca un tramo de 760 m de largo, con un ancho promedio de 16 m en diferentes niveles.El perímetro del área de trabajo se estableció previamente en función de los requerimientos hidráulicos que determinaron la necesidad de la obra, área que se gana al río y a la zona de la costa degradada. A través del tiempo, esta zona sufrió agresiones por las recurrentes crecidas del río que ocasionaron la desestabilización de las barrancas, causando movimientos y desplazamientos de las mismas. Esto motivó la intervención en el sector con el objeto de estabilizarlas y evitar deslizamientos. Se contemplan las crecidas recurrentes y las inundaciones en el sector inferior, siendo el agua una parte sustantiva de la composición, que penetra en este nuevo paisaje artificial. Integrar este nuevo paisaje a la actual situación de parque, con una arquitectura austera y despojada, permite exaltar el paisaje natural, y otorgar nuevas dinámicas de uso al espacio público. Una estructura de hormigón armado y piedra, resuelve los problemas dedeslizamiento de la barranca, permitiendo consolidar un sector que era de alto riesgo. Esta estructura está compuesta por un sistema de piezas premoldeadas, losas, vigas y pilotes –hincados a una profundidad promedio de 20 metros– y otras fabricadas en el sitio. Sobre el lecho del río y en coincidencia con la obra, se colocó piedra basáltica , como lastre para completar la estabilización del sector. El hormigón armado es usado como componente fundamental en la materialidad del proyecto, por su durabilidad y resistencia en la exposición a usos intensos y posibles crecidas del río. Para el sector inferior, que se plantea como inundable,se utilizó un piso articulado de hormigón armado que permite el crecimiento de césped en sus intersticios.Las losas que componen la estructura de hormigón fueron diseñadas con estrías antideslizantes y grietas para la evacuación del agua de lluvia.Los taludes inclinados construidos con mampuestos premoldeados, pueden ser trepados y se presentan como una alternativa de juego.Las rampas, escalinatas, y desniveles definen ámbitos de estancia y de recorrido, revalorizando el sitio y el paisaje.En el sector donde se encuentra la mayor profundidad del río se proyectó un muelle, en forma de T, para embarcaciones de turismo, trabajando la topografía disponible del terreno como una grieta en el nivel de vereda predominante que se resuelve con una escalinata y rampas que vinculan ámbitos nuevos y existentes, y permiten una apropiación diversa y lúdica de los distintos sitios. De la memoria del autor


EL DOMINIO DE LO LATENTE


PLAZA DE CISNEROS, MEDELLÍN, COLOMBIApor Guillermina AbeledoLa reivindicación del espacio público parece ser una constante en los escenarios urbanos mundiales de los últimos años. Ejemplos notables dispersos a nivel global refuerzan el rumor de que es la ciudad el ámbito para la transformación social. Es así como el espacio público deviene en catalizador de voluntadespolíticas y aspiraciones cívicas de comunidades que aspiran a la consolidación de la identidad y del bien común.La ciudad ya no es la resultante sino que implica un programa anticipatorio y una intervención intencionada. Los vínculos de indiferencia y conflicto se transforman en otros de reciprocidad e integración. Estrategias de inclusión y democratización modifican y re-signifcan el paisaje urbano, escenario de nuevas formasparlamentarias donde la arquitectura cobra toda su dimensión política. El fenómeno tiene también su lugar en Latinoamérica. Con administraciones discontinuas y recursos mínimos, comienza a reconocerse el valor redentor que llevan implícitas ciertas acciones sobre el espacio común. Colombia apuesta al espacio público y lo convierte en objeto de sus deseos de progreso y resurgimiento político, social y cultural. Ciudades como Medellín se convierten en zonas de oportunidad, lienzos en blanco que otorgan al arquitecto la chance de proponer sobre el lugar y definir nuevos paisajes. Guayaquil supo ser uno de los sectores más importantes de la ciudad, transformado en un espacio depreciado, residuo de la migración de las principales actividades mercantiles hacia otras áreas. El objetivo principal encarado por las autoridades fue recuperar el sector y su carga simbólica. Valiéndose del encanto de lo existente, sumar nuevos usos complementarios vinculados a programas cívicos, culturales y comerciales en pro de la reconquista de los espacios degradados.El planteo para la Plaza de Cisneros es original, pero sobre todo, específico. La propuesta surge de las entrañas mismas del sitio y de la sociedad que le dio vida y a la que hoy representa. Nueva marca en el territorio, se define sin opacarlo, encarnando las deseadas transformaciones que la arquitectura es capaz de producir, permeable tanto a figuras del pasado histórico como a las visuales lejanas del paisaje montañoso que rodea la ciudad y que es parte del espíritu paisa.Plaza de la Luz. La idea surge de las bases mismas del concurso al que se convocó para intervenir tan significativo sector de la ciudad. Descartar lo obvio. Imaginar la luz primera. Construir para el día. La luz en la naturaleza, sin energía eléctrica, luz esencial. Concepto disparador, guía en el proceso proyectual, elemento distintivo que en su originalidad poético-constructiva convirtió a la propuesta en ganadora.Peláez no imagina espacios, imagina situaciones. Relaciones posibles, conductas, atmósferas. Se vale de recuerdos y referencias comunes; los explicita y los pone a disposición de todos. Con el fin de la representación, los materiales con los que se mueve la arquitectura ya no son los mismos ni el espacio se define de la misma manera. La selección de elementos casuales y cotidianos, la abstracción y la síntesis, sumados al refinamiento y sofisticación de las soluciones técnicas son los recursos de los que se vale el autor. Evocación, alusión y reflejos; efectos de multiplicación y repetición mediante, la obra se define como no-espacio, como no-arquitectura. Su sutil trabajo sobre la luz y la materia se potencia en su asociación para esta obra con su padre, el reconocido artista Luis Fernando Peláez, concibiendo una intervención a mitad de camino entre la escultura y la arquitectura. La dualidad parece ser el hilo conductor que vincula los distintos recursos que se manejan en esta obra, quedando el margen de libertad en poder del visitante. El sitio es tabula rasa. En directa referencia al antiguo mercado y con la absoluta convicción de la necesidad de rescatar el perímetro como anclaje al contexto, a partir de un volumen completo comienza un ejercicio de sustracción. Las intenciones proyectuales tenían que ver con una plaza permeable a la ciudadque existe alrededor y donde la permanencia fuera posible. Trascender lo conocido para re-significar, disparar nuevas asociaciones, adueñarse de estos espacios públicos que son de todos y de cada uno. Ser símbolo y refugio.











ELEMENTOS DE LO PUBLICO
POSIBILIDADES ASOCIATIVAS Y PERFORMÁTICAS DE LA ARQUITECTURA, A TRAVÉS DE DOS OBRAS DEL ESTUDIO COLOMBIANO PLAN B por Martín Di Peco
¿Cual es el rol de la arquitectura en la conformación del espacio público? ¿hay lugar más allá de la disciplina edilicia para aproximaciones más sutiles a la construcción de lo colectivo? ¿es siempre necesario el edificio como condensador social?
En noviembre de 2000 se organizó en Medellín la feria EPM. Si bien era pleno verano colombiano, la salida dejaba helados a sus visitantes. Es que debían caminar por un corredor enmarcado por dos muroshechos de hielo y un espejo que prolongaba su efecto visual. “Hicimos construir bloques de hielo, como ladrillos, que permitieran armar paredessustentadas por una estructura de metal anclada al suelo, y aislada con neopreno.Algo sencillo, pero que captaba luz de un modomuy preciso, dejaba pasar el aire, para acelerar el derretimiento y el cambio de temperatura del aire. Queríamos pasar de las formas al desgaste y a los charcos de agua.... las personas pisaban los charcos, se reflejaban en ellos y en los espejos, y la temperatura bajaba varios grados centígrados. Armamos las paredes tres veces por la mañana, y a las 4 de la tarde, ya estaban derretidas y destruidas” [1] Haciendo prevalecer el efecto generado y el cambio percibido por sobre la presencia de lo construido, Plan B congela la duración de la obra. A pesar de hacerle cumplir un rol efímero, el edificio perdura en el recuerdo del acontecimiento. Singulariza un espacio haciendo irrumpir una novedad en el sitio, impregnándolo en la memoria colectiva.Porque algo nuevo ha sucedido, ese lugar ya no es el mismo a pesar de que ninguna construcción quede en pié allí. El pasaje de lo permanente a lo transitorio a través de situaciones que construyen un ambiente pasajero da lugar a la aparición del evento como objeto arquitectónico, y el edificio pierde su rol protagónico. “Arquitecturaen hielo” introduce los protocolos del teatro en el campo de la arquitectura, en el sentido en que el edificio “actua”, hace algo, se modifica dramáticamente en un lapso muy breve: desaparece, se derrite en pocas horas en un espectáculo performático. “Hay enconsecuencia tiempos, duraciones en acción en o ante esos objetos a los que se supone instantáneamente reconocibles [unos bloques de hielo apilados] hay relaciones de puestas en presencia recíproca, hay por lo tanto sujetos que otorgan a los objetos (...) una garantía de existencia y eficacia. Se trata aquí de la relación entre el objeto y su lugar (...) en tanto encuentro de objetos y sujetos. [2] Es este encuentro sorpresivo de feriantes y bloques de hielo a la salida de una exposición lo que da sentido a la obra, lo que explica su razón de ser, su “aquí y ahora”. Participando como profesores en un curso de vacaciones en Medellín, los Plan B diseñaron el proyecto - experiencia “arquitectura en combustión” para darle inicio. La cuadrilla de construcción se organizó entre los mismos estudiantes y profesores. Entre todos cortaron ramas y las transportaron hasta la cancha de arenilla de la universidad; cavaron unas zanjas para fundar estas estacas, ramas de madera cruda de pino, armando dos contornos con un “interior”. Luego de unas charlas dictadas por el profesor invitado Carlos Mesa, tituladas “Arquitectura de aire”, se pasó en horas de la tarde a la quema de los perímetros de madera. En esta performance colectiva, no es ya solo el edificio el que “actúa” (se derrite / se quema) sino que toda la comunidad que le dio forma y luego lo destruye interviene en el “guión”. “Hace falta producir una corriente de aire entre el espacio real y el ficticio. Este último vacreciendo desde el interior, y no se debe intentar someterlo a un orden arquitectónico, sino que hay que dejarlo flotar en un estado de fusión en medio de la realidad. Se trata de generar un espacio como fluido, en el que sucedan incesantemente movimientos de ida y vuelta entre la ficción y la realidad. [3] La acción se ubica justamente, en medio de, a través de un objeto que produce al mismo tiempo una experiencia “real” y “estética” ¿De que otra forma se puede estar más involucrado en la arquitectura (no adentro o afuera, sino en medio de), que envuelto en la construcción y consumición de ella misma?“Este proyecto es un proceso abierto e inestable, reflexivo y arquitectónico; a medio camino entre la fogata y la choza. Empieza con el crecimiento de algunos árboles. Las ramas caídas o cortadas son afiladas y clavadas en la tierra, son utilizadas como material de construcción para elaborar dos perímetros de troncos. Se genera así un recinto que permite reuniones diurnas y lecturas. Debido a su geometría estos contornos concentran actividad en su interior y conducen el paso en su exterior. Con este proyecto queremos entender la arquitecturacomo acontecimiento y como proceso. Como amplificación de situaciones específicas, en este caso, la del esgaste, la transformación y la oscuridad. Nos interesa hacer perceptibles la noche por medio de las llamas, y la transformación a través de la madera, del humo, las cenizas, el sonido, el fuego y el carbón. Pasar del material al gasto y uso, y de las formas al aire; involucrando la reunión y el paso de las personas, sus palabras y gestos, por medio de eventos variados. Entendemos el fuego como destructor y devastador, como acelerador de procesos y generador de nuevas etapas pero también como reunión y festín.” [4] Mientras que “arquitectura en hielo” hace actuar al conjunto librándolo a su suerte, dejándolo que se derrita, “arquitectura en combustión” avanza en el esquema de edificio (objeto) performador y público (sujeto) espectador, ya que la construcción/ destrucción de la cosa pública es compartida e inducida. La performance pasa a ser colectiva, ambas partes interactúan, dando lugar a la pregunta sobre cual es el objeto público: ¿es la doble hilera de troncos clavados en la arena, con un interior vemente sugerido?; ¿ o es la construcción y posterior destrucción colectiva de ese objeto, que inaugura una fiesta? Tal vez la pregunta pueda ser ¿cuándo hay espacio público? En ese caso podríamos hablar de ocasiones públicas, más que de espacio público, idealmente infinito. El espacio puede estar ahí disponible, pero hace falta “fabricar” una experiencia en el tiempo para que devenga realmente público. En estas obras la arquitectura aparece como infraestructura que da lugar a que suceda lo público, como una serie de dispositivos a través de los cuales se re-inventa la presencia de un sitio, “devolviendo a la arquitectura el rol de dar forma a la vida social y cultural” [5] a través de conectar emplazamientos, recursos naturales, instituciones. “Estas relaciones determinan en un sentido puramente pragmático lo que uno puede llamar “las capacidades” de la obra, o sea, lo que es capaz de afectar, transformar o hacer” [6]Paradójicamente, las capacidades y el alcance de estas obras fugaces exceden el gesto instantáneo, superan lo efímero de la acción justamente porque su carácter volátil permite quebrar el “flujo profuso y orgánico en el que las cosas se dan, para aislar instantes en un campo ‘discreto’, como secciones proyectadas”. [7] Aquí la arquitectura actúa provocando un cambio, introduciendo una novedad. Al sustraernos del continuo discurrir del tiempo, podemos aislar instantes con límites identificables, como fragmentos diseñados. Y es que no solo de bloques de hielo y troncos están hechas las obras de planB, sino que también, y fundamentalmente, están hechas de tiempo. Tiempo en su sentido fenomenológico pero también como eslabones de cotidianeidad: “entendemos la arquitectura como una amplificación de situaciones concretas, como una técnicaafectiva, que hace perceptible con más énfasis los hechos cotidianos o paradigmáticos de nuestro transcurrir” [8] La arquitectura de plan b re-significa su lugar, lo carga de sentido colectivo, señalándolo a través de acciones performáticas. “Arquitectura en combustión” y “arquitectura en hielo” critican el rol tradicional de la arquitectura en la configuración del espacio público y el del estado como único responsable en la tarea de dar forma a lo colectivo. En ellas el “edificio” no es solo un contenedor que aloja programas o funciones con cierto alcance público; al dejar su lugar central para volverse un momento más de una cadena de sucesos e implicaciones,su construcción funciona como una gran excusa para que suceda lo público. Estas obras de Plan b vuelven visibles las redes sociales, productivas e institucionales que posibilitan la creación (y destrucción) de un doble objeto público: el edificio efímero y los procesos que le dan forma.
NOTAS[1] Bernal, Alejandro y Mesa, Felipe. Plan:b – Acuerdos parciales, Mesa editores, Medellín, 2006. (www.planbarquitectura.com - juanfelipemateo@hotmail.com)[2] Didi-Huberman, Georges. Lo que vemos, lo que nos mira. Manatial, Buenos Aires, 1997.[3] Ito, Toyo. “Una arquitectura que pide un cuerpo androide” en Escritos, Colegio oficial de aparejadores y arquitectos técnicos,Murcia, 2000.[4] Bernal, Alejandro y Mesa, Felipe, ob. cit.[5] Kwinter, Sanford. Architectures of time, MIT Press, Boston, 2002.[6] Kwinter, Sanford, ob. cit.[7] Kwinter, Sanford, ob. cit.[8] Bernal, Alejandro y Mesa, Felipe, ob. cit.

Arellano

Contextualizando

EL CARMEL ESTA QUE ARDE

En el hombre hay dos actitudes que lo hacen un ser social, es decir, directamente relacionado con los otros. Por un lado, el espíritu gregario que lo hace sentirse igual o parecido a los demás hombres y por lo tanto lo aproxima a ellos; por el otro, el espíritu individual o separativo que lo hace apartarse del resto, oponerse a ellos, ser su competencia, casi su enemigo. En cada individuo conviven estas dos manifestaciones: todos son iguales y, a su vez, cada criatura es única. Una sociedad sana depende del equilibrio de ambas tendencias y éste se expresa física y formalmente a través de la ciudad. Ahora bien, un country es otra cosa, es la manifestación edilicia de una determinada comunidad que decide apartarse de los demás. En principio, podemos decir que aislarse hace que el ser deje de ser social. Evidentemente, algunos hombres optan por esto por sentirse, no digamos superiores, pero sí diferentes, decidiendo agruparse entre iguales. Basta escuchar al famoso cocinero –habitante de “El Carmel”- cuando se manifiesta indignado en los medios ante los sucesos vividos en su tristemente célebre y ya no tan protegido reducto. Por sus dichos, queda claro que este lugar es una bolsa de gatos, pero de guantes blancos (es gente paqueta) porque por la manera en que se están moviendo las piezas, no van a cazar a ningún ratón. Aunque siempre está el recurso del mayordomo, si es que alguno ha leído a Agatha Christie.Si se quiere, la villa miseria es también un barrio privado, sobre todo, privado de lo esencial para el desarrollo de un individuo y ambas estructuras son sorprendentemente semejantes. Aunque virtuales, estos asentamientos tienen límites más fuertes que los condominios y ambos presentan una definida homogeneidad social y económica. Un punto en común entre el country y la villa miseria es que en ambos hay muchos desocupados (aunque el tiempo “desocupado” sea para algunos hambre y para otros dolce fare niente). Otro, es que en ambos casos sus moradores lucen tostados: los “sin techo” y los amantes de Febo se confunden. La villa es ideal como aguantadero y el barrio cerrado protege de inoportunos cobradores y de incómodos escraches a moradores y a morosos. Como se ve, no hay diferencias. Con respecto a los animales domésticos, en las villas no hay perro que no se parezca al dueño; en cambio, en los elegantes condominios, los perros – no todos - tienen más pedigrí que sus dueños. Ambos espacios tienen sus propias leyes, penas y castigos; en los condominios, está previsto que amar a la mujer de tu prójimo –o a tu prójimo- y perder el poder adquisitivo –entre otras causales- pueden ser castigados con el destierro.En “El Carmel” están barajando esta posibilidad porque ha entrado un virus (mortal) en el sistema. Se trata nada menos que de un asesinato, con todos los condimentos para escribir una novela policial barata: sexo, dinero y un buen nombre; lo que parece faltar es un guardabarros que libre a los vecinos de las molestas salpicaduras que desprende cada giro inesperado que da el caso. Los encubrimientos, alianzas e intrigas aumentan el misterio palaciego. Hoy de repente, aquellos que se sentían iguales entre sí, están desesperados por diferenciarse, pero, para agregarle condimento a esta historia, no saben de quién. El bienestar común que los agrupó se transformó en un malestar generalizado: “pertenecer tiene esos privilegios”. Todos están bajo sospecha: el hecho de haber realizado el velatorio en el domicilio de la víctima ha provocado que todos quedaran con los dedos pegados. “¡Un horror!”, diría Tía Pituca, para luego agregar - con ese terror a lo diferente que la caracteriza -, “estamos durmiendo con el enemigo”. Vivir en cautiverio tiene sus consecuencias; sucedieron, suceden y sucederán cosas que, si bien son naturales, no son normales en una sociedad, tal como las hay en los asentamientos marginales e irregulares. Porque el country, en definitiva, es un asentamiento irregular y marginal: el hecho de que no tengan espacios públicos y que su naturaleza sea profundamente discriminatoria así los define. Nadie puede transitar impunemente por estos guetos, llámesen villa o country.El tenor de los sucesos dependerá de los acuerdos y la tolerancia a que lleguen sus ocupantes y de la norma que instituya determinados actos como normales dentro de sus límites. Podría pasar que lo que para la sociedad configura un delito, no lo sea para esta comunidad y la justicia no tendría cómo enterarse. Si esto sucediese, algún influyente (que en estos lugares nunca falta) podría decirle al comisario de la zona “sácame la policía de encima”, tal como sucedió en este caso. Es decir, en la conciencia colectiva de estos internos, la policía está para cuidar el afuera, sus fronteras; lo de adentro es asunto de otro mandatario. Los patrulleros que vigilan sus accesos, son los cocodrilos de las fosas perimetrales de lo medievales castillos. En este caso en particular, tener un cementerio privado les hubiese ahorrado muchos problemas y hubiesen podido cerrar el círculo íntimo. Después de todo, los trapos sucios se lavan en casa.Si bien es cierto que el texto perdió el carácter que tenía al comienzo, esto es lo que ha pasado con esta historia. Los medios televisivos han sido implacables e indomables –con la ayuda de amigos y familiares- tapando, encubriendo, mintiendo, transformando -pituto de por medio- lo que debería ser un drama en una obra tragicómica. Hoy un vídeo de las reuniones de consorcio de “El Carmel” cotiza en dólares. A esta historia la gente la consume morbosamente como un “culebrón”, quizás porque a pesar de los muros que pretenden divisiones, en algún lugar produce satisfacción la sensación de que todos somos iguales y que “los ricos también lloran”.

RAFAEL IGLESIA


Parte del problema: Entrevista a Marcola (jefe narco), líder del Primer Comando Capital (Sao Paulo) realizada por O` Globo

Periodista: ¿Vos sos del PCC (Primero Comando Capital)?
Marcola: Más que eso, yo soy una señal de nuevos tiempos. Yo era pobre e invisible... ustedes nunca me miraron durante décadas... Y antiguamente era blando resolver el problema de la miseria. La solución que nunca venía... ¿Qué hicieron? Nada. ¿El gobierno federal alguna vez destinó presupuesto para nosotros? Ahora estamos ricos con la multinacional del polvo. Y ustedes están muriendo de miedo... Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social ¿Viste? Soy culto... leo a Dante en la prisión.

P: Pero la solución sería...

M: ¿Solución? No hay más solución, chabón... ¿Ya viste el tamaño de las 560 favelas de Río? ¿Ya anduviste en helicóptero sobre la periferia de São Paulo? ¿Solución cómo? Sólo vendría con muchos billones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general; y todo tendría que ser bajo la batuta casi que de una "tiranía esclarecida", que salte por encima de la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice (¿o vos creés que las 287 sanguijuelas van a actuar? Si bobean, van a robar hasta al PCC...) y del Judicial, que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal del país, tendría que haber comunicación e inteligencia entre policías municipales, estaduales y federales (nosotros hacemos hasta tele-conferencias entre presidios...) Y todo esto costaría billones de dólares e implicaría un cambio psico-social profundo en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

P: ¿Vos no tenés miedo de morir?

M: Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Además, acá en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme... pero yo puedo mandar a matarlos a ustedes afuera... Nosotros somos hombres-bomba. En la favela hay cien mil hombres-bomba... Ya somos otra especie, ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, en el ataque al corazón... La muerte para nosotros es la presunción diaria, tirados en una zanja... ¿ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de "sea marginal, sea héroe"? Ustedes nunca esperaron a estos guerreros del polvo, ¿no? Yo soy inteligente. Yo leo, leí 3.000 libros y leo a Dante... No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo ahí afuera, cultivándose en la llama, educándose en el absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles. Ya surgió un lenguaje nuevo. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones hechas "con autorización de la Justicia"? Bueno, es eso. Es otro lenguaje. Estamos delante de una especie de post-miseria. Eso. La post-miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes. Mis comandos son una mutación de la especie social, son hongos de un gran error sucio.

P: ¿Qué cambió en las periferias?

M: Dinero. La gente hoy tiene. ¿Ustedes creen que quien tiene 40 millones de dólares como el Beira-Mar no manda? Con 40 millones la prisión es un hotel, un escritorio... ¿Cuál es la policía que va a quemar esta mina de oro, entendés? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Ustedes son el Estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos y burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes en tierra extraña. Nosotros no tememos la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes van de tres octavos. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Nosotros somos ayudados por la población de las favelas, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos globales. Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros clientes. Ustedes nos olvidan así como pasa la violencia.

P: ¿Pero qué es lo que tenemos que hacer?

M: ¡Agarren a los barones del polvo! y diputado, senador, hay generales, hay hasta ex presidentes de Paraguay en los cárteles de cocaína y armas. ¿Pero quién va a hacer eso? ¿El Ejército? ¿Con qué plata? No hay dinero ni para el rancho de los reclutas...El país está quebrado, sustentando un Estado muerto a intereses de 20% anual, y Lula todavía aumenta los gastos públicos. ¿El Ejército va a luchar contra el PCC y el CV (Comando Vermelho)? Estoy leyendo a Klausewitz, "Sobre la guerra". No hay perspectiva de éxito... Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en las márgenes... La gente ya tiene hasta armas antitanques... Para acabar con nosotros, sólo tirando bomba atómica en las favelas...Además, nosotros terminamos tirando también "unita", de esas bombas sucias precisamente... ¿Ya pensaste? ¿Ipanema radioactiva?

P: Pero... ¿no habría solución?

M: Ustedes sólo pueden llegar a algún logro si desisten de defender la normalidad. No hay más ninguna normalidad. Ustedes precisan hacer una autocrítica de la propia incompetencia. Pero voy a ser franco... en la buena... en la moral... Estamos todos en el centro de lo indisoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes... no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Mirá acá, hermano, no hay solución.
¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: Perezcan todas las esperanzas ¡estamos todos en el infierno!

Marcola
Nota: El 23 de mayo de este año, el diario O` Globo de Brasil en su Editorial Segundo Cuaderno, publicó una "Entrevista a Marcola del PCC". Él es Marcos Willians Herbas Camacho, alias Marcola, jefe de la banda carcelaria de San Pablo denominada Primer Comando de la Capital (PCC), que durante este año ha provocado numerosos actos de vandalismo en esa ciudad y alrededores. La que antecede es copia de la misma nota, adaptada por Síntesis Informativa.

Antecedente o tal vez, parte de la solución: Jorge Mario Jáuregui: El rol del arquitecto en la participación

En el recorrido del aeropuerto de Santiago a la ciudad de Talca entrevistamos a Jorge Mario Jáuregui, arquitecto argentino, que reside hace décadas en río de Janeiro. Cómo se originó el programa Favela Barrio, su participación en éste y el rol fundamental que un arquitecto puede tener en la articulación de los distintos procesos de participación ciudadana, son temas que aborda la entrevista.En 2004, la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca dio inicio al Taller de Obra, proceso que involucra investigación, proyecto y construcción para indagar en las maneras de la modernización del territorio asociado al Valle Central de Chile. La versión 2006 del taller se desarrollará en Curtiduría, un pueblo de 100 habitantes ubicado a orillas del río Maule y que forma parte de una delicada filigrana de pueblos, que se sitúan a la vera del afán de desarrollo que caracteriza hoy por hoy a Chile. Se trata de comunidades sin servicios o que son insuficientes para atender las necesidades de los viejos y niños que permanecen en el pueblo, cuando aquellos en edad de trabajar emigran a la periferia de las ciudades cercanas intentando mejorar su calidad de vida.A esta versión del Taller de Obra asistió Jorge Mario Jáuregui, arquitecto argentino que reside desde hace décadas en Río de Janeiro, donde participó en el programa Favela Barrio, que incentivó la participación ciudadana. Y compartió algunas de sus experiencias.¿Cuál es el rol del arquitecto en el proceso de participación?Entre un arquitecto y la comunidad siempre tiene que haber un diálogo de igual a igual. Es necesario establecer transferencias psicoanalíticas, donde la individualidad del proyectista se conecte con la subjetividad de las personas, que finalmente es la demanda. Esta demanda hay que escucharla de la manera que enseñó Freud, que es con una tensión flotante y una asociación libre. Como hacía Freud para interpretar el discurso del sujeto en el diván.Cuando yo era militante de la Juventud Peronista, llegábamos a un barrio con micrófono y decíamos: “somos del equipo político-técnico”. Así convocábamos a la gente que se reunía en un gran patio debajo de los árboles y sobre los caballetes íbamos haciendo los dibujos de lo que la gente iba diciendo, pero en una total inconciencia desde el punto de vista disciplinar, porque era un poco lo de los surrealista del escrito automático, como si nuestra mano fuera dibujando lo que los otros querían.
Ahora es distinto, porque antes este proceso no tenía relación con el psicoanálisis. Jamás hay que responder directamente a la demanda, sino interpretarla. Respuesta directa e interpretación son dos cosas muy diferentes, entonces, no es que haya que hacer lo que el otro pide.Cuando se llega a un lugar, se genera una tensión flotante donde los factores no tienen jerarquías, eso se sabe después de hacer los análisis particulares de casos, y de que se ha caminado y escuchado mucho el lugar. Como decía Paul Klee, “hay un ojo que ve y el otro siente”. Una ciudad no llega por los ojos o por los pies, sino por un recorrido por el que vamos caminando e impregnándonos. Es el afectar y ser afectado. ¿Cuánto somos capaces de dejarnos afectar? ¿Y cuánto afectamos a las personas del barrio?
¿Son necesarios una responsabilidad política y un interlocutor en el lugar para llevar adelante un proceso de participación?No se puede urbanizar un lugar si no hay responsabilidad ciudadana y un interlocutor válido representativo, elegido por la comunidad. La primera misión es identificar ese interlocutor. También puede ser una tarea contribuir a que se cree.
¿Cómo ocurrió ese proceso en el caso específico de Favela Barrio, en Brasil?Por ejemplo en Rocinha, una favela muy grande de Río de Janeiro, hay tres asociaciones de juntas de vecinos con diferentes momentos de formación histórica. En otras favelas, de entre 3.500 a 5.000 familias, hay una o dos juntas. Hay una de 12.000 familias que tiene una sola. El dirigente era un tipo confiable con el que se sabía que realmente representaba los intereses de la mayoría. Porque no se puede hacer un proyecto con la participación de todo el mundo al mismo tiempo.
¿Cuál es la manera de incorporar a la comunidad en procesos de participación ciudadana en relación a proyectos urbanos?La comunidad actúa como cliente. Uno siempre debe tratar de conquistar a un cliente, pero nunca engañarlo. No demostrar algo que, talvez, después no seamos capaces de hacer. Hay una cuestión ética importante que dice hacer lo que debe ser hecho. En ese sentido, no hay que dejarse engañar por el poder económico que tiene un doble aspecto: permite materializar, pero también destruye en función de maximizar los lucros, como dice Caetano Veloso: “la fuerza del dinero que levanta y destruye cosas bellas”. La relación con la demanda se basa en la confiabilidad y el diálogo. Caminando el lugar, entendiendo, escuchando cuál es la historia y los problemas. Además, es importante ejemplificar tu experiencia y demostrar tu trayectoria.
¿Cómo se entendería la función contemporánea de la disciplina?En este tema, está de un lado lo específicamente disciplinar, desde el urbanismo, que es lo que se puede hacer para ayudar a transformar. Por otro lado, está la participación de la gente, escuchando las demandas e interpretando lo que eso significa. Y, por último, están las políticas públicas locales, que es lo que se hace desde el poder público y que es lo que nosotros podemos hacer e imaginar para intervenir y provocar tanto a los sectores públicos como la conciencia de la población. Un cambio de actitud frente a lo que se viene haciendo. Nuevos abordajes y nuevas lecturas. Esta tarea cívica de difusión, de concientización, tiene que ver con los estratos medios técnicos. En ese sentido, la técnica puede ser buena o puede ser una desgracia porque, como decía el Che Guevara, “el arma no tiene ideología, depende de quien la empuñe”.

Bolo

Cuando la arquitectura es lo más importante y lo menos importante...

Esta foto la saqué en el recorrido que hicimos con la catedra por la zona de estudio, un sabado por la mañana, momento de la semana en el cual el centro financiero desaparece, las oficinas cierran, y muchas de las calles que estamos acostumbrados a ver colmadas de autos y gente, están desiertas. Desde ese momento me quedó en la cabeza dando vueltas y me llevó a pensar en varias cosas. A veces la arquitectura es, como dice Rodolfo Livingston , solamente una escenografía de la vida. Esta persona está buscando refugio justamente en el Banco de Londres, obra emblemática de la arquitectura nacional. Diana Giambiagi, en la teórica del 11 de junio, en la cual fue invitada, cuestionó la falta de asentamiento que tiene el debate sobre el creciemiento de los Countries como fenómeno urbano. Yo me pregunto que grado de debate hay sobre el deficit habitacional que vive el país, y el mundo en general, y si estamos pensando en este sentido, en el cual la arquitectura podría ocupar un rol fundamental, o estamos dejándolo pasar por el costado.

Burdisso

Gente, dejo un relato corto que escribí, es una onda las ciudades invisibles. Me parece que tiene, entre otras, una buena reflexión de fondo sobre como miramos.

El Destello

Negar que estaba allí hubiera sido engañarme a mí mismo, a pesar de haber estado caminando desde hacía 12 hs, vagando por la arena desde que abrí los ojos y la vi, un destello de salvación allá a lo lejos, tal vez fuese alguna caravana, o tal vez otro perdido como yo. Al cabo de unas pocas horas comencé a reconocer formas, algunas, se erigían en lo alto como pirámides, otras eran solo esferas, pero desgraciadamente me encontraba muy aturdido por el reflejo del sol ardiente en lo mas alto del cielo. Con la boca seca e intentando ubicar mi mente en cualquier sitio que no fuese un oasis ni un mar ni nada líquido, visualicé lo que reconocí de inmediato como una silueta, pero no podía reconocer mucho de ella, ya que era de un color transparente azulado y al parecer se iban superponiendo unas sobre otras formando una sola masa uniforme, así fue que decidí descansar un rato antes de intentar alcanzarla definitivamente.
Desperté dentro de ella, empapado por su puesto, logré incorporarme y comencé a caminarla, sin poder entender mucho al principio, puesto que todo era visible, transparente, las paredes, los vidrios y las calles(si es que existían tales cosas) estaban conformadas de agua, cristalina, pura, donde si uno fijaba la vista por unos segundos podía tal vez, reconocer formas, pero al fin y al cabo, todo era igual. La gente iba y venia, toda empapada de pies a cabeza, con sus trajes, portafolios, vestidos y sombreros, todo mojado, con la vista fija hacia el frente, absortos por completo de lo que les rodeaba, pues parecían no darse cuenta de donde se encontraban, ni tampoco que estaban haciendo. Sus rostros estaban pálidos y sus manos arrugadas, al igual que el resto de su piel, a decir verdad asemejaban mas a la imagen de un zombie que a la de un ser humano. Nadie me veía, nadie miraba nada mas que al frente, con los ojos desorbitados, incluso nadie parecía escucharme, ya que a mas de uno quise preguntarle dónde me encontraba, o que era o algo, pero no encontré respuesta alguna.
Al cabo de un tiempo comencé a sentir un malestar en los pies, ya que estaba caminando prácticamente sobre agua, los zapatos comenzaban a molestarme, así que debí quitármelos. Observé que mis pies se encontraban pálidos y arrugados producto del agua. También poco a poco pude notar que ya no se veía tanto a través de los edificios, que a decir verdad, habían tomado un color azulado oscuro. Comprendí que me había adentrado tanto en la ciudad (por así llamarla de alguna manera) que debido a la superposición de formas ya no se veía a través de ellos, y por sobre todas las cosas, comencé a sentirme terriblemente fatigado, ya que la ropa me resultaba muy pesada al estar toda mojada, así que decidí sentarme en el suelo y descansar, observando todo a mi alrededor, mis manos se habían arrugado también, tomando un color pálido similar al de la piel e los residentes de allí, entonces fue cuando comprendí que si no salía pronto de aquel lugar terminaría convirtiéndome en uno más de sus habitantes. Me levanté de un salto y procedí a volver sobre mis pasos, pero por más que busqué, no había manera de retomar el camino de vuelta, al rato comenzó a anochecer y todo se tornó violentamente de un violeta oscuro, muy cargado, muy deprimente. Decidí pasar la noche allí, recostándome contra una pared, con mucho frío, el suelo estaba helado y sentí desesperación y angustia. Finalmente luego de un rato, puse las rodillas contra mi pecho y me quedé dormido.Desperté de un sobresalto, pues había dormido muy mal e incluso en sueños ansiaba poder salir de allí. Mientras fregaba mis ojos, observé que sorpresivamente la ciudad se había esfumado a mi alrededor, me encontraba otra vez solo y sobre la arena caliente, no había mas que ésta de horizonte a horizonte. Me encontraba vestido otra vez, seco pero cansado, la incertidumbre de no saber nada se había convertido en mi peor enemiga. A lo lejos pude ver un destello, una luz o algo, tal vez fuese una caravana o tal vez otro perdido como yo. A veces lo pienso y me fatiga, pero hacia allí me dirigí una vez mas, como lo hago todos los días, desde hace diez años.

Flores


Bueno aca les dejo una intervencion de mi autoria en el casco historico de buenos Aires, todo lo que es la parte de atras de la Casa Rosada, interviviendo en avenidas y el terreno de puerto madero atravesando el puente de la mujer. El proposito de esta intervencion es darle un cierre definido o una abertura a lo que es la linea gubernamental tratando de crear un hito urbano, que empieza con el congreso, plaza congreso, plaza de mayo, Casa Rosada (interviniendo para una continuidad enterrando avenidas y proyectando una explanada para dar continuidad a este eje), puente de la mujer y las Torres Puerta de Buenos Aires ( El edificio Proyectado). Mas alla de las funciones de este edificio Centro de convenciones, Hotel y oficinas, este edificio trata de dar marco a la entrada de buenos aires o salida de este eje hacia el rio, bueno sin mas palabras alli tienen el edificio con imagenes que ayudan a su lectura, una imagen valen mas que mil palabras asi que alli hay varias, y espero que este proyecto dispare ideas o fomente la necesidad de dar un marco a este eje o no.
Adolfo Eleazar Flores

Garcia Balcarce

http://www.espacioblog.com/silark/post/2007/07/31/arquitectura-y-literatura

http://www.elarboldelaretorica.blogspot.com/2007/03/tpica-arquitectura-y-literatura.html


La casa de Asterión[Cuento. Texto completo]
Jorge Luis Borges
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito*) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aqui ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la Tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el Sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.
El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro porque las noches y los días son largos.
Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos). Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya veras cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.
No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce (son infinitos) los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes. La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce (son infinitos) los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado Sol;. abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el Sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que, alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto.
¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
El Sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.
-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.
FIN
Quería agregar dos libros que para mi fueron dispardores de varias ideas, pero los tengo en pdf y no se como compartirlos

Iglesias

Asentamientos informaleshttp://exclusionresidencial.blogspot.com/

Ledesma


Leiva

Concurso de Arte y Ambiente del GCBA

http://www.revistahabitat.com/index.php?ar=concursos&in=64

Marino
































Buenas...

Dejo estas imagenes del interior del Banco Nacion, que pude sacar luego de convencer a los agentes de seguridad del lugar. Espero que les sirva, ya que me costó bastante conseguir autorización.

Maggiolo

Hola a todos...
Les dejo una direccion de Rapidshare donde pueden descargar un modelo 3d del Banco Nacion.
Esperen.. no se emocionen... el modelo no esta completo. Solo se encuentra el encuadre con el que trabajamos en mi grupo, pero lo posteo, invitando a todos aquellos que laburen con este Banco en un futuro a completar el mismo, y poder tener en un archivo unico de esta importante obra en el centro porteño.
Esta en formato 3ds, para que puedan abrirlo con cualquier programa que soporte mallas en 3d (Cad, 3dsMax, Sketch up, y otros)

El link:
http://rapidshare.com/files/130214435/BancoNacion.rar.html

Molluro





El filósofo y los arquitectos
Jacques Derrida
Entrevista de Hélène Viale, Diagonal, 73, agosto, 1988, pp. 37-39. Edición digital de Derrida en castellano.

Para los jardines temáticos del parque de La Villette, Bernard Tschumi, el arquitecto director de la obra, ha invitado a varios diseñadores: Alexandre Chemetoff, Gines Vexlard, Alain Pelissier. Ha propuesto al arquitecto Peter Eisenman y al filósofo Jacques Derrida trabajar juntos en la realización de un «jardín» sin vegetación; un jardín de piedra y de agua... Hemos pedido a éste que nos hable de su colaboración tan inusual; sobre todo en un país como Francia donde la centralización y la rigidez de las estructuras administrativas y universitarias nada favorecen los intercambios entre actividades diversas. Desde la noción de jardín hasta la de parque urbano en tanto que paisaje contemporáneo, todo está por revisar. ¿Deconstrucción?... ¿Qué ha representado para usted como filósofo ser requerido para participar en un proyecto como éste?

Al principio me sorprendió bastante. Hasta ahora no había tenido relación directa y concreta con el trabajo y la tradición de la arquitectura. Para convencerme, Tschumi me dijo que en su entorno, algunos arquitectos (y en particular Eisenman) se interesaban, por razones teóricas, por mi trabajo sobre la deconstrucción. Le resultaba estimulante intentar hacer algo para poner a prueba en cierta medida esta proximidad, esta referencia. Un poco intimidado por la proposición, creí interesante aceptar e intentarlo.

Háblenos de este encuentro, de esta colaboración con Peter Eisenman.

Coincidí con Eisenman en Nueva York, en el otoño de 1985. En ese momento, yo estaba a punto de escribir un texto sobre la khôra en el Timeo, donde Platón aborda el problema del espacio, del demiurgo arquitecto, del lugar. En griego khôra significa el lugar en general, la localidad, la población. En el texto de Platón, la palabra tiene un significado muy particular, muy complejo, al que intenté dar entonces una interpretación [cf. Khôra, 1993]. Propuse a Eisenman que leyese mi trabajo. Cuando lo vio desde una posición personal, y sin limitarse meramente a ilustrar algo ajeno, contestó a mi texto con un primer esbozo. Luego, a menudo discutimos juntos y con algunos de sus colaboradores sobre esta cuestión del lugar en Platón, de la interpretación del espacio, pero también de las cuestiones prácticas... Todo ello duró cerca de tres años. El plano y la maqueta están terminados. Ahora le corresponde a la administración de La Villette ponerlos en práctica.

En este proyecto se trató del sentido de las formas, de los valores, de las relaciones del hombre con su entorno. ¿Cuáles son las orientaciones específicas del proceso que usted ha desarrollado con el pensamiento?

Es difícil explicarlo sin volver a las premisas de mi propio trabajo y a las del trabajo de Eisenman. Para calificar rápidamente mi tarea podemos hablar de deconstrucción, es decir, de cuestionarse una tradición filosófica en lo que concierne a la relación entre la palabra y la escritura, entre espacio y tiempo, en la que la cultura filosófica occidental jerarquiza -lo que supone también una dimensión política- y da forma definitiva a sus normas y sus valores.

La palabra «deconstrucción» tiene en sí misma connotaciones arquitectónicas. Pero no consiste en destruir para que aparezca un solar desnudo, sino más bien en cuestionar las relaciones entre filosofía y arquitectura, esa metáfora arquitectónica que siempre habla de fundamentos, de arquitectura, etcétera. Desde cierto punto de vista, uno puede quizá sorprenderse al saber que tal pensamiento, tal problemática, esté siendo utilizada por los arquitectos. Pero está empleada por arquitectos como Eisenman, y ellos mismos han intentado desplazar la tradición arquitectónica.

¿También en Le Corbusier y otros más?

Le Corbusier sí. Eisenman tiene un gran respeto por Le Corbusier pero creo que intenta -y también es el movimiento de Tschumi- liberar a la arquitectura de ciertos valores de funcionalidad. La arquitectura debería en sí misma no estar tan sólo orientada ya hacia la utilidad del habitar; naturalmente lo que Eisenman construye debe ser habitable y útil, pero esos valores de habitabilidad y de utilidad no son los que dominan en última instancia la obra o el proyecto. También se trata de liberar a la arquitectura de ciertos valores de la estética. Al final no es la armonía ni la belleza quienes controlan este trabajo, lo cual no significa que el producto deba ser feo sino que, en última instancia, su meta no es estética.

Entonces, ¿qué finalidad tiene?

En cierta manera no existe esa finalidad. Hay un juego. Se trata de situar a la arquitectura en su lugar específico, es decir, en un espacio que no esté subordinado a valores, por ejemplo, utilitarios, estéticos o incluso metafísicos o religiosos. Muy a menudo la arquitectura ha estado controlada por valores religiosos, o bien organizada en torno a motivos políticos. La organización de la ciudad destinada a conmemorar la historia de los héroes se ordena en forma de jerarquía política. Tschumi y Eisenman intentan liberar a la arquitectura de todas esas metas que no son, a decir verdad, arquitectónicas, lo que no quiere decir, por lo tanto (y ahí está la trampa), que intenten restaurar una especie de pureza de la arquitectura. Al mismo tiempo, sitúan lo arquitectónico «propiamente dicho» con respecto a otras artes, a otros lenguajes: en Tschumi, con lo que puede significar una narración cinematográfica; y en Eisenman, hay constantemente un intercambio con el texto literario. Continuamente encontramos una especie de provocación recíproca entre sus proyectos llamados arquitectónicos y otros espacios de invención, digamos de creación.

Según comprendí después, lo que me interesaba en la deconstrucción podía, al mismo tiempo, interesar a los arquitectos, tanto más cuanto había insistido a menudo en que la deconstrucción no es sólo una manera nueva de leer un texto o de analizar conceptos, sino que concernía también a las instituciones, a las estructuras socio-políticas. Todos los arquitectos son gente que para trabajar cuentan con verdaderos poderes económicos y políticos. Es necesario que sus proyectos pasen por un proceso de prueba, que a menudo consiste en una prueba de fuerza, de relación con quienes deciden. En cierta manera, he comprobado que la arquitectura es la forma a la vez más difícil y más efectiva de poner a prueba la deconstrucción.

Este debate entre filosofía y arquitectura ¿participa de la seducción que usted ha podido experimentar por el trabajo de Tschumi y de Eisenman?

Absolutamente. En lo que concierne a Eisenman, aprendí a ver su trabajo de liberar a la arquitectura de su valor de presencia, de su valor del origen; él opera en lo que denomina el «scaling» -un romper la escala-, intentando liberar a la arquitectura de la escala humana, así como de la referencia antropocéntrica, de cierto humanismo, variando ese «scaling» . En el mismo conjunto arquitectónico, modifica las escalas, ya no existe una sola escala, y el hombre no es la medida de esa estructura arquitectónica.

El hombre no es la medida de la arquitectura, ¿constituye el objeto de la filosofía?

Plantear la cuestión del hombre no es simplemente establecer todo a la medida del hombre. Hay un desarreglo, una desmesura en la propia cuestión del hombre.

¿Se trata de una arquitectura que busca más allá del hombre?

No, porque existe una manera de pensar más allá del hombre que todavía permanece centrado en el hombre. No se trata tampoco de una cuestión antihumanista como se ha dicho en alguna ocasión. Se trata, a propósito del lugar del hombre, de la relación hombre-dios, etc., de plantear nuevas cuestiones sobre la manera en que la noción de hombre o el valor del humanismo se ha institucionalizado y ha regido no solamente la filosofía sino también la arquitectura. Tampoco se trata de destruirlo o de quebrarlo, sino de intentar pensar acerca de todo lo ocurrido. De pensarlo no solamente a través de especulaciones conceptuales, sino en la piedra, intentando inventar otra cosa. Esta arquitectura es una arquitectura que plantea el problema de la filosofía. Y lo plantea de otro modo que por medio de un discurso o de una especulación filosófica.

Tschumi le ha pedido un jardín sin vegetación, hecho únicamente de agua y piedra. Existe una proposición que es el pretexto, la anécdota del principio, pero también está Venecia, Canareggio, el Hospital, Le Corbusier, los mataderos de La Villette.

Esto es propiamente la parte de Eisenman. Precisamente para evitar que exista un solo origen o un solo centro, ha imaginado en su proyecto una multiplicidad de capas, de estratos que pueden parecerse a estratos de memorias. El conjunto es una especie de palimpsesto, donde capas de proyectos se superponen, sin que haya uno que sea más fundamental o más fundador que el otro. Existen tres o cuatro de esas capas: el suelo de La Villette, la estratificación de los antiguos mataderos, el proyecto de Eisenman en Venecia. También está la capa «Tschumi» ; y luego se halla la lectura de Platón... Esta relación de Platón con Eisenman es la que propone toda la metáfora, aunque no sea más que una en realidad: la del palimpsesto, la de las inscripciones superpuestas.

También existe ese título de «choral work», ¿cómo lo traduciría en francés?

Dibujo de Derrida para "La Villette"Yo creía que la música debía también tener su sitio. Cuando Eisenman me propuso intervenir, no solamente por mi texto sobre la khôra, sino también de una manera más inmediatamente arquitectónica, propuse que se inscribiese en algún lugar la forma de la lira, una lira que se asemejase a una criba porque en el texto de Platón hay una criba, un tamiz con las semillas que pasan a través. Eisenman conservó la idea de la música. Ya había hablado de choral work para resaltar la khôra y para resaltar el carácter de concierto... Propuse que fuese simplemente un instrumento de metal, colocado en algún sitio. Pero él ha hecho de la estructura en todo su conjunto una especie de lira inclinada.

Esas diferentes capas, esas diferentes alusiones, esta música, están como inscritas en silencio sobre la piedra.

Son como invitaciones. No están totalmente indeterminadas, uno no puede hacer lo que quiera con ellas; aunque se debería poder hacer mucho más según la imaginación de cada cual.

Uno de los motivos principales de este trabajo de encargo es que este sitio debería ser, en tanto que jardín, no sólo un lugar de paseo que los visitantes puedan cruzarlo sino también un lugar de experiencia, no únicamente como visita estética o de paseo, sino de participación, de intervención por parte del lector-visitante-colaborador. Por lo tanto había que pensar en el paso, en el paseo del visitante, ¿por dónde va a pasar?, ¿qué le invita a hacerlo?; y también, ¿qué es lo que le deja libertad para hacerlo?

Ahí existe una estructura muy complicada. El «visitante» pasa por abajo, ve el otro lado, no se sabe lo que está encima o debajo. Cuando hace un momento le comentaba que no existen fundamentos en el sentido de una capa inferior, significa que el visitante lo ve también desde abajo, pasa por debajo y en un momento determinado, puede ver lo que hay debajo, lo que convierte en más incierto la oposición entre arriba y abajo.

Este jardín está en un parque, un parque urbano. Dejando al margen su participación, ¿qué piensa que puede ser, que debe ser un parque, paisaje urbano, hoy y mañana?

No puedo contestar. No puedo responder de forma abstracta.

Me atrevería a decir que la respuesta ha de ser tan específica cada vez que ni siquiera se puede contestar de la misma manera en Nueva York, para un cierto momento de la historia, en París, para otro diferente, en tal lugar de París o cualquier otro...

Creo que la propia idea de modelo único me parece peligrosa. Propondría esto como una especie de principio general. La catástrofe sería un modelo dominante que intentáramos imponer por doquier, cualquiera que fuesen los contextos urbanos, los contextos políticos.

La idea de parque siempre está por reinventar. Como usted sabe, lo que se llama deconstrucción es una forma de no apegarse a tradición alguna... No sé muy bien lo que es un parque. ¿Qué es un parque?, ¿una ciudad? No se trata de cuestiones filosóficas abstractas. Hablar de un parque urbano, es aún más problemático. Pediría volver a revisarlo todo.

Jacques Derrida
1988


Nahuelquin



DESOBEDIENCIA INDEBIDA CON PUNTO FINAL


LA CIUDAD Viernes 23 de Mayo 2008
LA RESIDENCIA BENOIT ERA UN EDIFICIO PROTEGIDO EN BOLIVAR E INDEPENDENCIA, PLENO CASCO HISTORICO
Graves sanciones por demoler una casa
Les quitan la firma por 15 años a dos profesionales y dan de baja a una empresa.
Por: Silvia Gómez


El arquitecto, el ingeniero y la empresa de demoliciones que derribaron clandestinamente la Residencia Benoit -ubicada en Bolívar e Independencia, San Telmo, en pleno Casco Histórico- recibirán fuertes sanciones por parte del Gobierno porteño. 'Durante los próximos 15 años los profesionales no podrán firmar obras y proyectos con sus nombres en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras que la empresa de demoliciones será dada de baja del registro que posee la Comuna', le dijo a Clarín el subsecretario de Planeamiento, Héctor Lostri.
Además le confirmó a este diario que 'elevarán una nota a los respectivos colegios profesionales para que, a través de sus respectivos tribunales de ética y disciplina, también se los sancione'. Los involucrados en la demolición ilegal de la histórica residencia son el arquitecto Federico Luis Witko -integrante del estudio Diego Peralta Ramos (SEPRA)-, el ingeniero Angel Palacios, y Marcelo Fabián Heredia, de la empresa de demoliciones.
Además de la Residencia Benoit -en la que vivió el ingeniero que proyectó la traza de la La Plata y construyó una decena de obras emblemáticas en esa ciudad- fue demolida otra casa centenaria adyacente y uno de los más bellos murales de Buenos Aires, Carnavales de Antaño, ganador de un concurso organizado por la Ciudad. En el barrio, los vecinos rumorean que allí construirán un estacionamiento. Pero lo cierto es que los dueños del terreno, Agrobolívar S.A., también verán reducida la capacidad constructiva del terreno. 'Es que se le notifica al Registro de la Propiedad Inmueble que el terreno se encuentra sancionado e impedido de construir, en metros cuadrados, más del 70% de lo que había originalmente', detalló Lostri.
Finalmente, el Gobierno porteño elevará todo el caso al procurador general de la Ciudad, Pablo Tonelli, para que éste evalúe la posibilidad de iniciar una causa penal contra los que intervinieron en la demolición. El cargo sería por 'atentado contra la seguridad pública', explicaron en la Subsecretaría de Planeamiento.
El presidente del Colegio Profesional de Arquitectura y Urbanismo, Francisco Prati, le dijo a Clarín que 'se trata de una sanción muy importante, para un hecho ciertamente muy grave: 15 años son una porción muy grande de la carrera de un profesional'.
La demolición de la Residencia Benoit generó una gran movilización en el barrio y también en La Plata. Tanto la Subsecretaría de Planeamiento, como Josefina Delgado, la subsecretaria de Patrimonio, consideraron que los profesionales 'siempre tuvieron mala fe, porque la demolición nunca había sido autorizada'.





http://www.clarin.com/diario/2008/05/15/laciudad/h-01672269.htm

Padilla

NEW HAVEN, Connecticut.? La escalera es corta, y no conduce a la cima de ningún rascacielos. Termina allí donde un cuadro de colores amables tiene pintadas las Torres Petronas de Kuala Lumpur. Es una obra del mismo hombre que hace más de una década diseñó esas moles bellas y gigantes que fueron ?con sus 452 metros? los edificios más altos del mundo, entre 1998 y 2003.

?Le gusta hacer pasteles de sus obras?, cuentan en los pasillos del estudio, donde la gente circula relajada en espacios llenos de luz. Lejos de esa pared con las Petronas pintadas, las obras de César Pelli ?tucumano, 81 años, Medalla de Oro del Instituto Americano de Arquitectos (AIA, por sus siglas en inglés)? están diseminadas por las principales ciudades el mundo. Sin embargo, su planeta cotidiano está aquí, en el número 1056 de Chapel Street, a dos horas de tren desde la Grand Central Station de Nueva York.

Al maestro Pelli, en los años 90 considerado uno de los 10 arquitectos más influyentes en la vida norteamericana, le encanta vivir y trabajar aquí, en New Haven, donde tiene ?café americano, pero hecho por nosotros?. Esta es la tercera ciudad de Connecticut, uno de los estados más pequeños en extensión y a la vez más ricos de los Estados Unidos. Alberga la prestigiosa Universidad de Yale, donde Pelli fue decano de la Facultad de Arquitectura entre 1977 y 1984.

?Aquí, uno puede vivir tranquilo, en una casa, rodeado de verde. De hecho, la mayoría de la gente que trabaja con nosotros tiene una casa con jardín y puede venir caminando al trabajo. Eso sería imposible en Nueva York, con 18 millones de habitantes, contra los 120.000 de esta ciudad. El otro día salí caminado del estudio y me fui a la universidad a escuchar un concierto fantástico de Monteverdi. ¿No es una maravilla tener la música tan a mano?

El hombre de los rascacielos es alto, encantador, campechano. Habla inglés con acento tucumano, y se divierte cuando cuenta que, a pesar de que vino aquí en 1952 y es ciudadano de este país, todavía ?ser extranjero trae ciertas ventajas. Parece que a la gente le suena interesante que uno haya nacido en otra parte?.

En la ?otra parte? de Pelli, en la Argentina, se construye un edificio en Puerto Madero diseñado por él: la Torre YPF. Una imagen del proyecto cuelga de una pared en la sala de reuniones del estudio. El edificio aportará ideas inéditas a la arquitectura de Buenos Aires, como un muro-cortina de acero inoxidable y un jardín de invierno a 120 metros de altura.

?Vamos a ponerle plantas argentinas. Creo que va a ser muy lindo para la ciudad ?dice Pelli, con modestia.

Para él, nada queda lejos. Es capaz de viajar de Hong Kong a Milán o de Nueva York a cualquier país de Medio Oriente en una misma semana, sin cansarse. Mañana llegará a Buenos Aires para dar una charla organizada por la Cámara Inmobiliaria Argentina. Pero también es un experto en las comunicaciones a distancia.

?¿Le gusta la vida de conference call , el teletrabajo?

?Internet me consume mucho tiempo, pero me permite estar en contacto con muchísima gente en todas partes del mundo, tanto por trabajo como para las relaciones personales. De repente, me aparecen parientes en Finlandia, que me escriben porque tienen el mismo apellido, y eso es divertido. Para nuestro trabajo, que está diversificado en el mundo, esto de comunicarnos a tanta velocidad es esencial para funcionar como funcionamos.

?Este contexto ha cambiado nuestra relación con el espacio. ¿Usted cree que la gente va a terminar trabajando en la casa, y entonces no va a ser necesario construir más oficinas?

?No creo. Uno tiene que mirarse a la cara para ver lo que va a hacer con otro. De todos modos, es cierto que muchas de las perspectivas de computadora se las encargamos a un muchacho en Buenos Aires, a otro en Mendoza, y también trabajamos con unos ilustradores de Hong Kong. Son altamente eficientes: les pedimos unos render el viernes, y el lunes los tenemos en la computadora.

Pelli habla pausado, y separa cada frase con una sonrisa seguida de una especie de carcajada contagiosa. Transmite una alegría que da entusiasmo, quizás el mismo que viene regalando a los jóvenes que se forman a su lado. De hecho, su estudio tiene convenios con diferentes universidades, incluida la de Cuyo.

Por la ventana se ve la Universidad de Yale. Es una de las más antiguas (fue fundada en 1701) y más reconocidas del mundo.

?¿Cómo recuerda su paso por el decanato?

?El estudio de Eero Saarinen, para quien yo trabajaba, se había mudado cerca de aquí. En Yale me invitaron a dar una clase, y luego otra. Parece que les caí bien. Después me propusieron que viniera como decano.

?¿Así de simple?

(Se ríe) ?Al principio creía que solamente iba a ser profesor y que a lo mejor iba a escribir algún libro. Pero muy pronto me salió el trabajo de ampliación del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Ahí abrimos el estudio.

El estudio tiene unos 80 empleados. Gente de todas partes, incluyendo tucumanos, porteños y mendoncinos. Axel Zemborain, senior asociado y uno de los principales colaboradores argentinos de Pelli, resume que ?trabajar con él ha sido, y es, un máster continuo?.

El maestro posa para las fotos. Va y viene. Sale a la calle para sonreír ante la cámara con el imponente edificio de Yale de fondo.

?¿Cuánto han cambiado las ciudades desde que usted comenzó a verlas como arquitecto?

?Han crecido enormemente. Tucumán, por ejemplo, hoy debe de haber cuadruplicado la población que tenía cuando yo vivía allí. El crecimiento ha sido tan rápido que muchas ciudades no han podido ajustarse a él, no sólo en sus posibilidades de albergar gente, sino también en cuestiones como la del número de autos, un problema difícil de resolver. Hay lugares que han trabajado en esto mejor que otros, como Curitiba. O Londres, con esas medidas de cobrarle a la gente que quiera entrar con el auto al centro de la ciudad. Pero igualmente sigue siendo un tema pendiente.

?¿La inmigración también es un asunto pendiente?

?Sí, absolutamente. El problema de la gente pobre que queda confinada a los barrios de la periferia de las ciudades es cada vez mayor. Sobre todo en Europa, donde los que vienen de afuera son más discriminados que en países como la Argentina, donde un paraguayo o un boliviano está más integrado a la población local. Es un tema que excede a la arquitectura de las ciudades, y que tiene que ver con las actitudes sociales, con los modos en que se acepta a un extranjero.

?¿Y a usted, siendo extranjero, cómo le fue al principio en Estados Unidos?

?Muy bien, siempre. Nunca sentí ninguna discriminación como extranjero. Igualmente, todo eso es relativo. Lo importante es lo que uno hace.

?Hablando de hacer, ¿un rascacielos se puede construir en cualquier ciudad?

?Físicamente es posible. Pero no creo que corresponda hacer un rascacielos en cualquier ciudad. Hacer uno en Venecia sería espantoso. Y hay muchas otras ciudades en las cuales los rascacielos no andarían. De hecho, y para tomar un ejemplo conocido, los franceses no permiten rascacielos en la zona central de París, y crearon La Défense.

?¿A Buenos Aires cómo le ha ido con los rascacielos?

?El rascacielo como tipo, y no necesariamente por tamaño, tiene su problema en Buenos Aires. La riqueza de la ciudad está en los edificios que se han hecho uno pegado al otro, por medianeras. Uno ve calles como Guido, o Quintana, donde hay edificios de 14 pisos, uno al lado del otro, con negocios en las aceras, que crean un ambiente humano muy rico, muy bien resuelto. El problema está cuando se construye un edificio rodeado de nada, sin negocios alrededor. Eso interrumpe la continuidad peatonal, que es lo más lindo que tiene Buenos Aires.

?¿Por qué cree que a los seres humanos nos atraen tanto los edificios altos?

?Todos queremos llegar al cielo. Creo que nos atraen porque sentimos que aspiran a algo en el más allá.

?Pero si construimos demasiado alto, ¿no dejamos de ver el cielo?

?Si se construyen algunos edificios altos y muy esbeltos, no. Esos, simplemente, marcan el cielo. Claro que cuando se arman esas inmensas paredes de edificios, sin duda, uno deja de ver el cielo.

?Hay ciudades que deciden insertarse en el mundo en parte por sus grandes proyectos de arquitectura, como Kuala Lumpur con las Petronas o Bilbao con el Guggenheim o eventos tales como la Feria de Milán. Usted está construyendo la nueva torre de Sevilla, que con sus 180 metros será el primer edificio en superar en altura a la mítica Giralda, lo que ha generado algunas controversias. ¿Cree que esta torre será el nuevo símbolo de la capital andaluza?

?Va a ser un edificio importante, pero nunca como las Petronas. Las torres malayas fueron hechas con el patrocinio del gobierno de ese país, y utilizadas como símbolo.

La torre de Sevilla no tiene esa calidad simbólica. La idea es crear un edificio alto, muy hermoso, pero muy simple, que no trate de competir con la Giralda, que es el verdadero símbolo vertical de Sevilla.

?¿Cómo se llega a ser el elegido para construir una obra de la envergadura de las Petronas?

?Uno nunca decide que va a hacer eso. Lo tiene que pelear. El proceso fue bastante largo. Fuimos visitados por un grupo de promotores norteamericanos que trabajaban para el gobierno de Malasia entrevistando arquitectos que podían estar interesados en el proyecto. Nos pidieron nuestras calificaciones, y nos invitaron a participar en el concurso.

?¿Qué hizo la diferencia con los otros? ¿Por qué ganaron?

?Una de las cosas que pedían era que el edificio fuera malayo. Cuando les preguntamos qué era eso nos dijeron que no tenían ni idea. Pero nosotros pensamos el proyecto en ese sentido: que no fuera un edificio que pudiera encontrarse en Estados Unidos o en Europa occidental. Parece que ningún otro tomó en cuenta ese pedido.

?Pasaron algunos años. Siguiendo esa idea, ¿todavía es posible hacer una arquitectura no globalizada, con identidad local?

?Es posible, si los arquitectos y los clientes tratan de hacerlo. Desgraciadamente, la prensa tiende a favorecer edificios que responden más a las corrientes contemporáneas universales, globalizadas. Todo el mundo habla de la globalización de la economía, pero lo más importante es que se han globalizado las ideas, y a veces eso no hay cómo pagarlo. Y no es que vengan arquitectos extranjeros a hacer tal cosa en determinado país: son los arquitectos locales los que hacen lo mismo que en otras partes porque miran las mismas revistas y copian las mismas modas.

?¿Cuánto hay de arte en la arquitectura?

?La arquitectura es un arte muy particular. En algún sentido se parece a otras artes: tiene que cumplir con ciertas reglas, ciertos parámetros. Pero hubo grandes pintores en el Renacimiento y en la Edad Media que debieron responder a requerimientos muy precisos, como Miguel Angel.

?¿Usted dice que Miguel Angel tuvo que pintar la Capilla de Sixtina con límites estrictos?

?Sí. Era un trabajo que alguien le había encargado para que se hiciera de determinada manera. Tenía el límite de la forma y del tamaño del cielo raso. Como la arquitectura, él también dependía del cliente, que es crítico y que normalmente elige el terreno, dice cuánto se va a gastar y qué tamaño va a tener el edificio. Pero bueno, creo que Miguel Angel no se hacía ningún problema con eso.

?¿No cree que hay diseñadores como Frank Gehry, Rem Colas o Zaha Hadid que llevan los costos a cifras casi obscenas? ¿En qué momento se marca un límite a las cifras millonarias que se invierten en proyectos arquitectónicos?

?El límite llega cuando los clientes deciden no poner más dinero. O cuando el edificio pasa ciertos parámetros dados por reglas municipales. Claro que esas reglas pueden restringir las construcciones en cierto sentido, pero no pueden impedir que un edificio sea de oro sólido. El problema es que en el mundo de hoy existen increíbles concentraciones de dinero, sobre todo en el Cercano Oriente, y hay mucha gente que no sabe qué hacer con el.

?En un planeta tan extravagante, ¿la sustentabilidad es un asunto serio para la arquitectura, o simplemente una moda?

?Espero que no sea una moda. Hay gente que se lo está tomando muy en serio. La Tierra se va a seguir calentando, y eso va traer problemas serios, como inundaciones en las ciudades. Nosotros estamos envueltos en esto desde hace mucho. La mayoría de los edificios que hacemos son sustentables. La torre de Bilbao, por ejemplo, ya ha sido precertificada platino de LEED (N. de la R.: se trata de un sistema de certificación acerca de cuán sustentable es un edificio, coordinado por el US Green Building Council).

?¿Qué significa sustentable en la arquitectura?

?Principalmente, reducir el consumo de energía y el impacto negativo del carbono sobre el edificio. Y cosas como que las maderas que uno usa sean de forestas sustentables, o que los materiales no vengan de distancias muy grandes (para no consumir tanta nafta en el transporte), o que los materiales no emitan gases tóxicos si ocurre un incendio. Todo esto lo que sostiene es la vida. No sólo la vida humana, sino la del planeta mismo.



Nueva York, el mundo
La depresión políticamente más simbólica del siglo XX está llena de grúas y obreros con cascos amarillos. Es un agujero gigante de más de 6 manzanas de superficie que albergó a las Torres Gemelas de Nueva York hasta septiembre de 2001. Los turistas sacan fotos, frenéticamente. Frente a ese lugar desolado, el World Financial Center impone respeto desde su fachada de color gris. ?Por favor, no dejen de mirar este maravilloso complejo?, sugiere la guía a los visitantes que viajan en el micro rojo double deck. Vista desde el río Hudson, la maravilla arquitectónica refleja el sol como ningún otro edificio del distrito. Adentro, su jardín de invierno (que sufrió daños ?ya reparados? durante los atentados) es un espacio amigable en medio del ruido y el cemento que abruma en los alrededores. Su autor: César Pelli. Lo concibió a comienzos de los 80, cuando creía, como ahora, que los grandes rascacielos son perfectamente compatibles con los espacios de encuentro entre las personas, los lugares por los que se pueda caminar para encontrar un comercio donde comprar el pan o saludar a un vecino. Nueva York, además, tiene el sello Pelli en varios de sus símbolos, como el Carnegie Hall y el MoMA.

?Más allá de lo principal, que fue el drama de las muertes en los atentados, ¿Nueva York perdió algo con la caída de las Torres Gemelas, desde el punto de vista arquitectónico?

?No está bien decirlo porque ya no existen, pero las Torres Gemelas estaban fuera de escala. Eran demasiado grandes y demasiado abstractas para mí. Aceleraron el declive de la punta de la isla de Manhattan, que hacía mucho que había perdido su liderazgo en favor del Midtown, donde ahora se concentran muchas empresas financieras importantes.

?¿Qué piensa sobre los planes de reconstrucción de esa zona?

?Desgraciadamente, la renovación no estuvo bien manejada. Están recreando una enorme cantidad de edificios de oficinas, cuando lo que está haciendo falta en la punta de la isla son más viviendas. Claro que, políticamente, eso no convenía.

?Usted, ¿qué habría hecho?

?Dejarlo más libre. Con límites claros, pero en manos del mercado libre. Imponer lineamientos tan estrictos en una zona tan grande, tan crítica, no es muy neoyorquino.

?¿Se acuerda de la primera casa que diseñó?

?Diseñé dos o tres casitas baratísimas en Tucumán. La que mejor salió fue una que diseñé para mis suegros, en Salta. Pero era limitada, porque la tuve que hacer sobre los viejos cimientos de una escuela que tenía el terreno. En el año 2000 fui a verla, pero estaba muy cambiada. (N de la R.: Pelli se casó con la arquitecta Diana Balmori antes de viajar a Estados Unidos. Con ella tiene dos hijos: Denis (neurobiólogo) y Rafael (arquitecto, socio de Pelli y padre de dos hijas).

?Hace algunos años usted dijo que todavía no tenía nietos porque para tenerlos había que ser viejo. Ahora que es abuelo, y sin embargo se ve tan joven, ¿qué tiene para decir sobre eso?

?Que soy viejo.

?Mmmm... no parece. Usted no para un segundo.

?¿Para qué voy a parar? Si es más lindo seguir andando.

?¿Por dónde va a pasar el futuro de la arquitectura?

?Hay una cosa que sé del futuro, y es que no va a ser como lo imaginamos. El futuro siempre se las arregla para ser diferente de lo que proyectamos. Hay que inventarlo todo, y eso es lo mejor que puede pasarnos.

Por Valeria Shapira
vshapira@lanacion.com.ar


Para saber más: www.cesar-pelli.com

Agradecemos especialmente a LAN por la colaboración prestada para la realización de esta nota. La compañía vuela a Nueva York con hasta dos frecuencias diarias en tarifas económica (desde US$ 1355) y ejecutiva (desde 6574). Más datos: 0810-9999-LAN (526); www.lan.com

Perfil de un maestro

Nació en Tucumán en 1926. Estudió arquitectura en la universidad de esa provincia, y luego se perfeccionó en los Estados Unidos.


En 1977 fue nombrado decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Yale. El mismo año, abrió su estudio en New Haven, Connecticut.


Desde entonces hasta la actualidad ha trabajado en el diseño de edificios de oficinas, museos, aeropuertos, grandes espacios públicos, laboratorios, centros de arte, espacios académicos, hoteles y torres residenciales en todos los continentes.


Es mundialmente conocido por sus rascacielos, sus fachadas curvas, su particular interés en la inclusión de los espacios verdes en sus obras, su preocupación por el diseño de edificios sustentables y su idea de ?concebir el mejor edificio posible para cada circunstancia?.


En 1989, el Instituto Americano de Arquitectos (AIA, por sus siglas en inglés) le otorgó a su estudio el Firm Award. Dos años después, la misma institución destacó a César Pelli como uno de los 10 arquitectos más influyentes en la vida de los Estados Unidos.


En 1995, el AIA le otorgó la Medalla de Oro por su trayectoria.


Su estudio obtuvo más de 40 premios internacionales a la excelencia en el diseño.


Es autor del libro Observaciones para jóvenes arquitectos (Monacelli Press, 1999), y existen al menos siete libros dedicados a su obra.

En la Argentina
El sello Pelli también está impreso en nuestro país. Sus diseños incluyen el campus de la Universidad Siglo XXI (Córdoba), el Master Plan y dos edificios de la Universidad Santo Tomás (Tucumán), el Centro Municipal de Rosario y, en Buenos Aires, los edificios República y Telefónica.

Antes de fin de año estará lista la Torre YPF, que se construye actualmente en el bulevar Macacha Güemes, en Puerto Madero. Será un hito para los edificios de oficinas de la ciudad: tendrá 160 metros de altura. Las fachadas que miran al río tendrán ?piel vidriada?, con vistas amplias y apaisadas; las fachadas hacia la ciudad serán diferentes, con grandes ventanas formadas por un entramado de paneles de acero inoxidable sobre una superficie de ?cristal relajante?.

El broche de oro: un jardín de invierno de seis pisos de altura, ubicado en el piso 26.

El arquitecto universal
El diseño de César Pelli puede encontrarse en cualquier punto del globo. La lista de su obra resulta interminable:


Torres Petronas (Kuala Lumpur)


Museo Nacional de Arte (Osaka)


Pacific Design Center (Los Angeles)


Carnegie Hall Tower (Nueva York)


World Financial Center (Nueva York)


Museo de Arte Moderno (Nueva York)


Torre en Canary Wharf (Londres)?

Lo que vendrá, también es mucho. Sólo para citar algunos ejemplos:


Torre Iberdrola (Bilbao)


Edificio Puerto Triana (Sevilla)


Transbay Transit Center Center & Tower (San Francisco)


Edificio Costanera Center (Santiago de Chile)


City Center Hotel & Casino (Las Vegas)